El depósito para dispensador de agua Purikor está diseñado para almacenar agua purificada y suministrarla de manera conveniente a través de dispensadores. Es un contenedor de alta calidad, fabricado con materiales seguros para el agua potable, como plástico de grado alimenticio. Está diseñado para ser resistente, duradero y fácil de manejar, asegurando que el agua permanezca limpia y libre de contaminantes mientras está en el depósito.
- Rango de temperatura del agua: 5 - 50°C
- Presión máxima de operación: 80 psi
- Capacidad: 4 Lts
- Conexión de alimentación de agua: 1/4" (Tubing)
- Material del cuerpo: Acrílico
- Diametro: 210 mm
- Altura: 280 mm
- Peso: 0.60 kg
- Asegúrate de llenar el depósito con agua potable, ya sea purificada o previamente filtrada.
- Quita la tapa superior del depósito del dispensador.
- Llena el depósito sin sobrepasar la capacidad recomendada para evitar derrames. Verifica que el agua esté libre de impurezas visibles.
- Coloca el depósito lleno en la parte superior del dispensador de agua, alineando correctamente la salida del depósito con la válvula del dispensador.
- Asegúrate de que el depósito esté bien ajustado y seguro para evitar fugas. El dispensador debe tener un ajuste hermético para un suministro adecuado de agua.
- Una vez que el depósito esté instalado en el dispensador, simplemente utiliza los botones o grifos del dispensador para acceder al agua almacenada, ya sea fría, caliente o a temperatura ambiente, dependiendo de las opciones del modelo del dispensador.
- Limpia el depósito al menos una vez cada 1 o 2 semanas para evitar la acumulación de residuos, algas o bacterias.
- Vacía completamente el depósito antes de limpiarlo.
- Usa agua tibia y jabón suave o una solución de vinagre y agua para limpiar el interior del depósito.
- Enjuaga bien con agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón o vinagre.
- Asegúrate de secar completamente antes de volver a llenarlo o almacenarlo.
- Si no vas a utilizar el depósito por un tiempo prolongado, asegúrate de vaciarlo completamente, limpiarlo y secarlo bien antes de guardarlo en un lugar seco y libre de polvo o contaminantes.
- No dejes el depósito expuesto a la luz solar directa, ya que esto puede favorecer el crecimiento de algas en el interior del depósito.
- Revisa periódicamente las juntas y sellos del depósito para asegurarte de que estén en buen estado y no haya riesgo de fugas. Reemplaza cualquier sello dañado o desgastado.
- Asegúrate de que la tapa esté en buen estado y selle correctamente, ya que una tapa mal colocada o en mal estado puede permitir la entrada de polvo o contaminantes.
- Aunque los depósitos están diseñados para ser duraderos, su vida útil puede variar según el uso y el cuidado. Si observas grietas, decoloración o daños significativos, considera reemplazar el depósito para garantizar la seguridad del agua.